viernes, 26 de marzo de 2010

Sin ella, cuenta atrás

Mi Ro se fue hace 5 días, me hizo tiernamente el amor antes de partir.

Mi Ro está a punto de regresar. No creo que haga falta decirles que volví a dormir muy mal. No he comido como debo y mi pancita lo ha resentido. Por si esto fuera poco los vecinos armaron una fiesta y no me dejaron intentar dormir sino hasta las 3 de la mañana.

Bueno, los días pasados parecen nada comparados con la emoción que tengo que volver a verla. Sé que nos tocará ir a ver a mi suegra y que tengo que llegar a terminar de poner bonita la casa, pero nada de eso importa comparado con la idea de ver mi mirada reflejada en sus ojos color avellana.

Yuppie! Hurray! Chiquiti bum a la bim bom ba!!! Y lo que sea para demostrar mi ojerosa alegría.

jueves, 25 de marzo de 2010

Sin ella, día 5

Debo confesar que hoy que es jueves las cosas se ven mejor que hace un par de días. Mañana regresa mi Ro. Dice que no ha comido muchos nachos ni ha bebido muchas piñas coladas, pero a ver qué tan gordita regresa. Jajajaja. Yo sigo sin poder dormir bien, lo bueno es que ya sólo me falta una noche.

Pienso terminar de arreglar la casa hoy, para que mi Ro la encuentre bonita. Me gustaría poder pedir un día de vacaciones en la oficina pero no va a ser posible porque estoy cerrando proyectos. Ni hablar, las vacaciones las pediré en abril. Tomaré una semana y dejaré otra pendiente para cuando empiece con los estudios del bebé.

Sigo tomando el ácido fólico sólo, pero no sé si sería bueno un par de meses antes de comenzar con las inseminaciones cambiar a un multivitamínico para embarazadas, dicen que es buena idea porque tienen zinc, omegas y hierro. No sé, se lo comentaré a la doctora en la próxima cita, aunque recuerdo que nos dijo que si los análisis de sangre salían normales no había necesidad de tomar un multivitamínico pre-embarazo.

martes, 23 de marzo de 2010

Sin ella, día 3


Hace más de 54 horas que mi Ro se fue. Me dio un último beso antes de partir.


¿Cómo puedo extrañarla tanto? No dormí nada de bien y eso que normalmente caigo plácidamente dormida al lado suyo en menos de 10 minutos. Seguía buscándola en su mitad de la cama. No estaba ahí.

Estoy bostezando en la oficina. Siento arenitas en los ojos y pienso que hoy es martes y los martes está muy alejados de los viernes.

¿Qué estará haciendo mi Ro? ¿Se escapará a la hora del snack para pedir unos nachos con queso y una piña colada? ¿Estará cuidándose para no quedar chamuscada como hace dos años que fuimos a la playa y que quedó como camarón por sentarse a mojar las piernas mientras me veía nadar?

¿Cómo le haré para tirar la basura si el señor pasa hasta que yo ya estoy en la oficina? ¿Tucita volverá a matar un lagartijo y me lo entregará como fruto de su solitaria estancia? ¿Cómo le voy a hacer para planchar toda la ropa que quedó?

Hay mi Ro, falta menos para que regreses pero hace más tiempo que te fuiste.

lunes, 22 de marzo de 2010

Sin ella


Ro se fue hace 32 horas, me dejó acostada en nuestra cama.

Se fue a un congreso a Acapulco para presentar el proyecto que desarrolló con su tesis. Regresará hasta el viernes por la tarde.

De algún modo logré comer, bañarme, lavar ropa, atender a Tuci, lavar los trastes e ir al cine. Aunque debo admitir que esta última operación no fue exitosa porque al entrar y escuchar "La radio en el cine" esa canción de Belanova estaba en las bocinas de la sala.

"Cada que pienso en tí,
se enciende mi corazón
y nada es más triste que hoy
hablar de tiiiiiii"

La canción ya era dura por sí sola, pero si a esto le añadimos un corto de un perrito fiel que siempre espera a su dueño... lagrimones seguros.

La casa no es lo mismo sin ella, la comida no sabe a lo mismo porque no la sazona nuestras pláticas y el quéhacer no es divertido sin verla a ella barriendo o moviendo sus pompitas mientras lava la loza.

Ni hablar, por lo menos ya falta un día menos.


lunes, 8 de marzo de 2010

Antes de los domingos...

Indudablemente antes de los domingos, vienen los sábados.

Los sábados son un día muy peculiar porque toda la dinámica del día depende de una sola:

Ir a visitar a mis papás o no ir a visitar a mis papás

Los sábados que no visito a mis papás me siento un poco mala hija, pero los sábados en que sí los visito los siento un poco como malos padres. Para mí sigue siendo difícil, claro que los extraño; ellos, por su parte, han hecho su mejor esfuerzo por aparentar que no me extrañan (¿o será que en verdad no me extrañan?).

Los sábados en que visito a mis papás han sido siempre distintos, aún así, he salido de mi casa la gran mayoría de las veces con un nudo en la garganta, más de una vez, ese nudo en la garganta se ha convertido en gotas gruesas y tibias que inundan mis ojos y bajan por mis mejillas mientras yo intento manejar tranquilamente alejándome de ahí. " De ahí donde no me quieren".

Este sábado no fue la excepción, ví a todos ellos reunidos, comiendo, eramos 9. Yo no comí porque mi mamá había preparado carne de puerco, de cualquier forma la ayudé a servir y sentí de nueva cuenta los abrazos de mis sobrinos. Ya no son unos niños, los 3 están ya más altos que su mamá.

Después de ayudar a servir, le pregunté a mi papá que si podía llevarme su taladro. Me respondió que si quería que me fuera a poner un par de tendederos como habíamos acordado, sólo pude decirle, no pá, no te preocupes, ya los pongo yo, ya hace más de un mes que está listo el muro. De mis dos hermanos de 30 y 40 y tantos ninguno me dijo lo que me hubiera gustado escuchar: "Espérate a que terminemos de comer y yo te los pongo".

Claro que nunca he puesto un tendedero, claro que tengo idea de cómo hacerlo, pero también siento una extraña mezcla de orgullo y tristeza por estar haciendo las cosas yo sola.

¿Por qué será que yo me siento mala hija si no los busco o les llamo si ellos nunca han puesto un pie en nuestra casa?

Lo bueno es que después viene el domingo al lado de mi Ro.

lunes, 1 de marzo de 2010

Amo los domingos

Hola a tod@s, les platico que ya he empezado con el Ácido Fólico y que todo va viento en popa para lo del bebé.

Lo más seguro es que me quede un trimestre de la maestría inconcluso, pero es probable que me ayuden para acreditarlo sin concluirlo.

Las cosas en nuestro hogar van de maravilla. Algunas veces lo tenemos tirado, otras veces inmaculado, algunas más recibimos visitas, algunos días nos la pasamos solas, disfrutando la una de la otra.

Los domingos son nuestros días favoritos, despertamos sonrientes, con la Tucita afuera del cuarto maullando para que ya le vayamos a servir sus croquetas. Desayunamos con toda la calma del mundo y nos vamos a comprar la despensa de la semana que suele ser un montón de verduras y frutas y un gustillo de mi Ro.

Comemos cenamos, bailamos, reimos, vemos la tele y nos enamoramos más que en cualquier otro día de la semana.

Lástima que entre cada domingo esté el lunes...